Presentación de las memorias de

Labordeta al alimón

 

[José Luis Melero y Miguel Mena]

 

-Señoras

-Señores

-Ahora que el toreo está de nuevo de moda en los medios

-Por las medallas al mérito de las Bellas Artes, que igual se las conceden a Labordeta que al torero Francisco Rivera Ordóñez para escándalo de sus colegas

-Nosotros hemos querido recuperar una vieja suerte de toreo

-El toreo al alimón

-Y es que la responsabilidad de presentar un libro de José Antonio Labordeta es tan grande

-Tiene tanta trascendencia

-Ha de ser tan rica en matices, tan intensa, tan compleja

-Que hemos decidido unir fuerzas y juntar nuestras voces en un solo discurso

-Una sola voz para hablar de LA VOZ de Aragón

-La voz que mejor ha cantado a esta tierra y la que durante ocho años hizo valer sus intereses al más alto nivel político

-Y eso es precisamente lo que recoge este libro: la voz de un beduino monegrino en los páramos castellanos

-La voz de un hombre libre, comprometido, contradictorio, disciplinado y ácrata a la vez, que después de regalarnos poemas, viajes y canciones ha decidido dejarnos también sus memorias políticas

-Muchos aragoneses han dejado testimonio de su paso por la política en forma de memorias

-Lo han hecho conservadores como José Larraz, Mariano Navarro Rubio o Ángel Cristóbal Montes

-Socialistas como Pascual Noguera o Arsenio Jimeno

-Comunistas como Gregorio López Raimundo, Sixto Agudo, Javier Delgado o Vicente Cazcarra

-Troskistas como Joaquín Maurín

-Y anarcosindicalistas como Ramón Rufat

-Faltaba un aragonesista, porque las memorias de José Aced, que sí se publicaron, no pueden considerarse como las de un político en primera línea de batalla

-Pero ya tenemos aquí esas memorias de un aragonesista que ha ocupado durante un largo periodo un puesto de responsabilidad en la representación de nuestra comunidad en Madrid

-¿Y cómo son estas memorias? ¿Cómo son las memorias políticas de Labordeta?

-Pues son unas memorias diferentes a todas las demás porque Labordeta, desde sus convicciones a sus contradicciones, también es diferente

-Son diferentes desde el título, en el cual, en lugar de investirse de la autoridad que le confiere el cargo, prefiere calificarse como beduino

-Un beduino de La Almolda que mira los oropeles de la corte con el distanciamiento de quien ha atravesado muchas veces el desierto

-Porque Labordeta, lo sabe todo el mundo, es un cachondo y un somarda

-Un hombre que nunca se ha tomado a sí mismo demasiado en serio y que ha hecho y dicho casi siempre lo que le ha dado la real gana.

-Y son también diferentes en la forma de enjuiciarse a sí mismo. En esto les aseguramos que este libro no tiene parangón alguno, no se parece a ningún otro libro de memorias

-Sí, porque los libros de memorias suelen escribirse a mayor gloria del autor, ordenando los recuerdos para seleccionar aquellos en los que sale mejor parado

-Destacando sus virtudes, su valía, su sacrificio

-Vamos, que es imposible encontrar otro como Labordeta que diga cosas de sí mismo como estas que les vamos a leer textualmente:

-“No estoy preparado para andar entre estos barandas”

-“Soy un ingenuo, un gilipollas que se cree todo lo que supone que es bueno para las gentes”

-“La carrera política me importa muy poco”

-“Soy más cursi que un repollo”

-“No sirvo para casi nada”

-“El desánimo ácrata me ronda la sesera”

-Labordeta también es diferente a la hora de enjuiciar el trabajo parlamentario, especialmente cuando se refiere a las comisiones de las que ha formado parte

-En lugar de ensalzar las largas jornadas de trabajo y apuntárselas como parte del sacrificio que conlleva el cargo, Labordeta las analiza con su mirada de beduino y las deja trituradas

-De la Comisión de Peticiones dice que es inútil porque a ella llegan las peticiones más disparatadas, como la de un ciudadano que solicitaba la castración de su párroco o la de otro que pedía la esterilización sexual del rey Juan Carlos para evitar que pudiera transmitir alguna enfermedad a la reina Sofía

-De la Comisión del Defensor del Pueblo apunta que languidecía en manos de voluntariosos ciudadanos próximos a la democracia cristiana

-De la Comisión de Control de Radio Televisión Española dice que los directores del Ente Público se pasan la comisión por las entrepiernas

-Y añade: “Por ambas dos”, lo cual nos ha hecho pensar que quienes llegan a ese cargo tienen dos entrepiernas y por tanto cuatro piernas

-O sea que, parafraseando a Goya, podríamos decir que “el sueño de la televisión produce monstruos”

-Pero Labordeta todavía es más diferente en sus memorias a la hora de hablar de otros políticos

-Diferente y sorprendente, porque entra dentro de lo lógico que hable con mucho cariño de sus compañeros del grupo mixto, pero es totalmente inusual en unas memorias políticas que el protagonista lance piropos a sus rivales

-Y resulta que el diputado Labordeta, que algunos creen gruñón y malhumorado, empieza a repartir flores y no para

-Entre los socialistas elogia a Merche Gallizo,  Alfonso Guerra, Cristina Narbona y Carmen Alborch, de quien dice que “trae toda la luz del Mediterráneo y que da gusto contemplarla”

-Menos luz ve en el actual presidente del gobierno cuando dice: “Zapatero es un orador muy deficiente, pero acabará aprendiendo”

-De Izquierda Unida elogia a Francisco Frutos y Gaspar Llamazares, y en el colmo de la generosidad llega a decir que es una pena que en vez de 8 parlamentarios no fueran 40

-¿Se imaginan a un parlamentario de IU diciendo que ojalá la CHA tuviera 40 diputados?

-No, eso es inimaginable, como es inimaginable que un diputado que no oculta su manifiesta antipatía por José María Aznar, que en varios plenos ha sufrido las broncas de los diputados del PP, un diputado que se queja de lo mal que se lo hicieron pasar cuando gobernaban con mayoría absoluta, se prodigue luego en lanzar flores a varios de sus representantes

-De Javier Arenas dice que le cae bien y que es muy saludador

-A Santiago Lanzuela lo describe como un hombre educado

-Elogia a Jesús Posada, Elvira Rodríguez, Ana Pastor, Luis de Grandes o al diputado conservador que tiene como vecino de escaño y con quien comparte lotería

-De Rodrigo Rato dice que es “un excelente parlamentario, irónico, seguro y directo”

-Aunque a continuación añade que luce un desaliño en el vestir por el que no sabe si le falta cuello o le sobra camisa

-Incluso con Luisa Fernanda Rudi, que no se lo hizo pasar muy bien desde la presidencia del congreso, se muestra condescendiente y se limita a decir algo tan ambiguo como que es “poco entrañable”

-Labordeta, sin embargo, es muy entrañable y sigue demostrando su diferencia y su originalidad cuando medita sobre la parafernalia que envuelve la política, los mítines, el protocolo, los partidos…

-En su primera visita al rey lo primero que pregunta al llegar a Zarzuela es si se puede mear antes de ser recibido por el monarca, cosa que al serle negada le hace exclamar: “¡Pues vaya jodienda!”

-Eso nos parece motivo más que suficiente para que Labordeta no asistiera nunca a la tradicional celebración de la onomástica del rey, pero en el texto puntualiza: “Al santo del Rey no iba, pero no por razones ideológicas, sino porque mi mujer se llama Juana y ese día lo pasamos en familia”

-Así, no nos extraña que Juana diga de él que es muy leal y muy amigo de sus amigos

-Pero también podría decir que es muy iconoclasta, aunque eso no le impide evocar a personajes como Joaquín Costa, de quien rememora su epitafio con la frase “No legisló” y manifiesta que él tampoco quiere legislar

-Lo cual está muy bien que lo diga alguien que en ese momento está formando parte del poder legislativo

-También se acuerda de Costa cuando dice: “en mi despacho no colgué retratos de mártires aragonesistas, porque Eloy Fernández Clemente todavía vive y Costa es un tanto agreste y poco dado al humor”

-Otro aragonés al que evoca es el escultor que realizó los leones de las Cortes, el zaragozano Ponciano Ponzano, de quien dice: “¡vaya putada que le hizo su padre!”

-Imaginen lo que pensará del padre de un antecesor suyo en el Congreso, el rector de la universidad y diputado por Zaragoza, en 1931, don Gil Gil y Gil

-También vierte elogios a compañeros suyos de partido como Bizén Fuster y Chesús Bernal. Aunque Labordeta nunca se calla lo que piensa. Por eso, aunque es totalmente leal a su partido en todos los grandes temas, también manifiesta su poco entusiasmo por coaligarse con nacionalistas vascos y catalanes

-O comenta, refiriéndose al fervor nacionalista que le acompaña en un gran mitin, “que ve demasiadas banderas para su gusto”

-Pero la mejor demostración de cómo es este libro, y de cómo es Labordeta, está en la dedicatoria, una sencilla frase donde se lee: “A Paco Pacheco, gracias a quien el Beduino se despojó del rudo sabor de los ribazos”

-No habrá otro libro en la historia de las memorias políticas, y en ningún otro género si nos apuran, en que el autor dedique su trabajo a un ayudante, a un secretario, a un responsable de prensa, en suma, a un subordinado

-Repasen la historia de la literatura universal y verán que tradicionalmente los libros se han dedicado a príncipes, a duques, a mecenas, a personajes importantes de los se puede obtener un beneficio

-Ningún ministro ha dedicado sus memorias a un director general

-Ningún general ha dedicado sus memorias a un teniente

-Pero ya hemos dicho que Labordeta es diferente, y esa es su grandeza y la demuestra en detalles como estos

-En su generosidad con quienes están un escalón por debajo

-En su respeto por quienes están enfrente

-En no sacralizar su fama ni su cargo

-En quitarse importancia

-En reírse de sí mismo

-Todo lo cual no impidió que Labordeta se tomara muy en serio su trabajo en el Congreso, un trabajo que tanto se echa de menos ahora

-Un trabajo que realizó con la honestidad que resume muy bien este párrafo: “Es increíble el amor propio con el que uno llega al Congreso y la necesidad de demostrar a los paisanos que te han votado, y también a los que no lo han hecho, el arduo compromiso con lo desconocido”

-Ese amor propio que también le llevó un día a montar en cólera contra quienes le boicoteaban y no le dejaban defender los intereses aragoneses desde la tribuna

-Por cierto, es en el recuerdo de ese incidente donde hemos encontrado el único olvido de este libro

-Y no es un olvido de Labordeta, es un olvido del diario de sesiones de la cámara

-En efecto, al transcribir las palabras del diputado Labordeta en aquella famosa jornada, el diario de sesiones dice: “…ahora les fastidia que vengamos aquí a poder hablar las gentes que hemos estado torturados por la dictadura

-Pues bien, en esa frase falta una palabra, y para demostrarlo hemos traído la grabación original y les vamos a pedir que la escuchen atentamente

                                      GRABACIÓN 1

 

-¿Se han dado cuenta? ¿No han escuchado además de torturados la palabra “roturados”?

Vamos a ponerla otra vez

                                      GRABACIÓN 2

-Efectivamente, ahí está la palabra “roturados”

-¿Y por qué dijo Labordeta “roturados”?

-¿Acaso fue un desliz motivado por la tensión y el atropellamiento?

-Puede que sí, pero también puede que fuera una aportación del subconsciente, porque “roturar” es arar un campo no cultivado para poder sembrarlo

-Y si algo ha demostrado Labordeta en este libro es que está sembrado

-Lo está hoy, víspera de su 74 cumpleaños, y lo estuvo durante los ocho años en que alzó su voz en Madrid para defender los intereses de Aragón

-Por eso le queremos tanto y por eso, como diría Emilio Gastón, todos ustedes se van a comprar este libro “ipsofactamente”!!!

-Que lo disfruten!                              

-Muchas gracias.